El
graffiti ha existido desde el principio de la historia del hombre. Pinturas
como las de las cuevas de Lascaux, en Francia, se grababan en las paredes con
huesos y piedras, aunque el hombre enseguida anticipó las técnicas de la
plantilla y el spray, al crear siluetas soplando polvo de color en sus manos
mediante huesos huecos. Se han encontrado fragmentos de arcilla de la Grecia
antigua en los que se habían grabado textos, y las excavaciones de Pompeya
revelaron una gran cantidad de graffiti, que incluían esloganes electorales,
dibujos y todo tipo de obscenidades. El graffiti actual comenzó a desarrollarse
a finales de la década de 1970 en Nueva York y Filadelfia, donde artistas como
Taki 183, Julio 204, Cat 161 y Cornbread empezaron a pintar sus nombres en
paredes o en las estaciones del metro de Manhattan . La particular estructura
de Nueva York, en la que los barrios más degradados de Harlem se encuentran al
lado del glamour del mundo de Broadway, parece haber sido el caldo de cultivo
de los primeros artistas del graffiti, reuniendo en un mismo lugar tanto
cultura s como grandes diferencias de clase. se trataba de una especie de
batalla contra los agentes del poder y de una salida de la pobreza del guetto.
Cornbread, por ejemplo, se hizo famoso por pintar con spray su tag (la
llamativa firma del escritor) en un elefante del zoo. A través de estos
pioneros, nació el graffiti americano , y se extendió a lo largo y ancho del
mundo arrastrando tras de sí a miles de jóvenes.
Al principio,
los artistas del graffiti utilizaban con frecuencia su nombre real o sus
apodos, pero pronto comenzaron a aparecer los primeros seudónimos (Los artistas
del graffiti, "writers" y/o grafiteros, antes de comenzar a pintar en
la calle deben establecer un tag -seudónimo o nombre falso- que les va a
representar).
Al mismo
tiempo que las pintadas de Nueva York viajaban por toda la ciudad, el fenómeno
del graffiti se extendía por todo Estados Unidos y llegaba casi a todas las
ciudades. Pronto, los trenes se convertían también en un objetivo en Europa.
Por la misma época, se celebraban las primeras exposiciones en Amsterdam y
Amberes. Los graffiti empezaron a aparecer prácticamente en todas las ciudades
europeas desde principios de la década de 1980, aunque en Amsterdam y Madrid se
había alentado un movimiento del graffiti más temprano, que tenía sus raíces en
el punk.
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